La compra de una sauna le permitirá beneficiarse de muchos beneficios que serán diferentes dependiendo de si elige una sauna de vapor o una cabina de infrarrojos. Por lo tanto, era importante conocer las diferencias entre estos dos modelos: el calor emitido, la potencia de calentamiento, las sensaciones experimentadas ...

¿Cuáles son las diferencias entre una sauna de infrarrojos y una sauna de vapor?

La sauna de infrarrojos.
La sauna de infrarrojos calienta su cuerpo directamente utilizando paneles de infrarrojos dispuestos de manera uniforme en toda la cabina.

Nuestras saunas están equipadas con paneles infrarrojos, diseñados en carbono o cuarzo y magnesio, para una vida útil más larga y una distribución más amplia del calor en comparación con los paneles de cerámica.

La sauna de infrarrojos tiene la particularidad de emitir un calor completamente seco que penetra profundamente en la piel. Este calor, mucho más suave que una sauna de vapor, permite a los usuarios permanecer más tiempo en la cabina para aumentar los beneficios y continuar una actividad como leer durante la sesión.

Tiene la ventaja de tener un tiempo de calentamiento muy corto, aproximadamente 15 minutos, y menos consumo de energía que una sauna de vapor, de 1200 a 3000 W, según el modelo.

La sauna de vapor tradicional.

La sauna de vapor tradicional utiliza una estufa eléctrica con piedras de lava en las cuales se puede verter agua y generar vapor a su gusto. La sauna de vapor está diseñada para calentar el aire dentro de la  cabina para luego calentar su cuerpo para sudar.

Difunde un calor más alto en temperatura y mucho más cargado de humedad que una sauna de infrarrojos. Por lo tanto, es recomendable tomarse un descanso de unos minutos durante la sesión para hidratarse.

Todas nuestras saunas a vapor están calentadas  por estufas  eléctricas  Harvia Vega de alto rendimiento de 3500, 4500, 6000 u 8000 W según la capacidad de la sauna.